PERIODISTA JOSE MARTIN PEREZ RODRIGUEZ>>

OJOS CIUDADANOS>>
Martín Pérez>>
DESASTROSO PASO DE ANTONIO LUGO POR MORELOS>>
Antonio Lugo Morales contaba con todo el apoyo del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, cuando estuvieron al frente Enrique Ochoa Reza y René Juárez Cisneros, pero ahora las cosas han cambiado.
Precisamente, Enrique Ochoa envió a principios de febrero pasado a Antonio Lugo como delegado del CEN al Estado de Morelos; y, posteriormente, tomó más fuerza cuando René Juárez lo pone como encargado de la Presidencia del Comité Directivo Estatal, luego de que el titular, Alberto Martínez González, se vio envuelto en un accidente de tránsito.
Las cosas han cambiado, puesto que al arribo de Claudia Ruiz Massieu a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del partido tricolor, una de las primeras decisiones que tomó fue quitar la suspensión del cargo que tenía Alberto Martínez y lo reinstaló en el cargo.
De esta manera, fue como solo durante dos meses, Antonio Lugo Morales fue la persona encargada de recibir y administrar las prerrogativas que por ley le concede al partido el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), recurso del que deberá dar cuenta en la próxima sesión del Consejo Político Estatal.
Actualmente, Alberto Martínez González es la persona acreditada ante el Impepac para recibir y administrar las prerrogativas mensuales.
La cuestión es que Antonio Lugo no se ha conformado con el papel de delegado del CEN en Morelos y prueba de ello es la comida del sábado pasado en la casa ubicada en la colonia Las Palmas de Cuernavaca del ex candidato a la gubernatura, Jorge Meade Ocaranza, a la que asistieron unos 20 ex candidatos a diferentes cargos, en donde se habló que Lugo Morales es quien supuestamente legalmente está considerado como presidente del CDE.
Estos movimientos en lo oscurito crean desconcierto entre las bases militantes. Alguien pretende aplicar el dicho de a río revuelto ganancia de pescadores.
En su momento, Antonio Lugo no explicó ni a candidatos, ni a la base militante y tampoco a la Fiscalía General del Estado sobre dos asaltos que sufrieron, en cada caso, de 3.5 millones de pesos, recursos que iban a ser destinados a los gastos de campaña de los candidatos a alcaldes y diputados locales. Así que pretende no ser citado a la sesión del Consejo Político Estatal para no dar explicaciones.
Presuntamente, los 7 millones de pesos, provenían del Comité Ejecutivo Nacional.
Uno de los asaltos se registró a las puertas de la sede estatal del partido tricolor en la colonia Vista Hermosa de Cuernavaca, un sábado a las 8:00 horas; y, el segundo, el 20 de junio pasado, al filo de las 9:30 horas, cuando ocho sujetos armados arribaron a un salón del hotel Holiday Inn de la colonia Acapantzingo de Cuernavaca, cuando se efectuaba una reunión de trabajo entre Antonio Lugo y candidatos a diferentes cargos.
Antonio Lugo no pudo iniciar una carpeta de investigación en la Fiscalía General del Estado debido a que no había certeza de dónde provenían los dos envíos de 3.5 millones de pesos cada uno y hubieran sido peores las acusaciones penales en su contra por presuntos delitos electorales.
Pese a que todas las encuestas auguraban los triunfos de Andrés Manuel López Obrador y de Cuauhtémoc Blanco Bravo, Antonio Lugo manifestaba en entrevistas a diferentes medios de comunicación que iban muy bien y que las brecha se iba acortando semana tras semana, cuando la realidad era otra muy distinta.
La principal función de Antonio Lugo en el Estado de Morelos era impulsar la campaña del candidato a la Presidencia de la República, José Antonio Meade Kuribreña, cuestión en la que falló rotundamente, porque ahí están los resultados a la vista: Andrés Manuel López Obrador, 638 mil 689 votos; Ricardo Anaya Cortés, 142 mil 553; y, José Antonio Meade, 99 mil 506, esto según cifras oficiales del INE. O sea, en la entidad, el priista obtuvo menos de una sexta parte del candidato ganador.
Antonio Lugo si tendría derecho a pedir que fuera dejado como encargado de la presidencia del Comité Directivo Estatal si al menos hubiera estado cerca la votación de Meade Kuribreña de la de AMLO en la entidad morelense, ¿no le parece?
El partido tricolor en Morelos debe iniciar una etapa de reconstrucción, en la que no caben políticos golondrinos que llegan de otras entidades del país a hacer de la suyas.
Hasta aquí llegó la tinta por hoy.