PERIODISTA ANDRES LAGUNAS>>
ANDRES LAGUNAS Y SU COMENTARIO>>
Quizás se quede en el intento, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador está intentando todo lo humanamente posible para poner fin al baño de sangre y restablecer la paz en el país. Duplicó el monto de la pensión a los adultos mayores, implementó el programa de capacitación a jóvenes, echó mano de las fuerzas armadas para poder afrontar a las poderosas organizaciones criminales y ahora retoma su concepto de la república amorosa y con el riesgo de ser descalificado hasta de ingenuo, empezó a pregonar ese viejo concepto de que el dinero no es la felicidad. “Alhajas y trocas” son algo efímero, soltó este domingo.
El presidente retoma una batalla perdida por la humanidad desde hace muchos años. Sin temor a equivocarme puedo asegurar que la mayoría de la sociedad se ha impuesto como modelo de vida obligatorio el contar con alto poder adquisitivo. La ropa de marca, el coche más caro, la casa más grande, todo lo que se pueda adquirir con dinero y nos haga sentir felices es una tarea constante, sin importar los medios (crimen organizado) o sin importar que para tener algo o todo lo antes señalado, nos ate a jornadas más intensas, como empresarios o como trabajadores.
Las palabras de AMLO se dieron en el marco de la presentación de la Estrategia Nacional de Lectura, y seguramente generará muchas reacciones, de todo tipo. No faltará quienes se pitorreen de la ingenuidad del tabasqueño, pero está claro, no hay otra ruta, o se recuperan esos viejos conceptos o los preceptos de la violencia jamás serán vencidos. Muchísimas personas han muerto en esta ola de violencia que sacude al país, precisamente porque muchísimas otras personas han aceptado matar por unos cuantos miles de pesos, a sabiendas de que ellos mismos podrán gozar de esas ganancias ilícitas pero de manera muy efímera.
Para concluir, me llamó la atención una marcha desarrollada en la Ciudad de México en apoyo a AMLO. Me resultó intrascendente, principalmente porque no es hora de este tipo de ejercicios. Los críticos del presidente tienen sus motivos y razones, no veo la necesidad de contrarrestarlos con movilizaciones, porque, además, esas posturas críticas son contrapesos fundamentales para la salud democrática del país.