PERIODISTA JOSE MARTIN PEREZ RODRIGUEZ>>
OJOS CIUDADANOS>>
Martín Pérez>>
EN MORELOS, MANEJO DISCRECIONAL Y OPACO DEL PRESUPUESTO; SEGURIDAD Y PROCURACIÓN DE JUSTICIA TEMAS QUE NO FUERON RESUELTOS EN LA ADMINISTRACIÓN DE GRACO RAMÍREZ.
Un interesante análisis, elaboró el Centro de Investigación Morelos Rinde Cuentas, en relación a la forma como el titular del Poder Ejecutivo estatal ha presentado propuesta de Presupuesto de Egresos durante los años 2013, 2014, 2015 y 2016 por debajo de lo que realmente se ejerció.
Sub estimar el presupuesto permite hacer uso discrecional y opaco de los recursos ya que permite destinar recursos a cualquier partida presupuestal sin una justificación que sustente prioridad social o económica del gasto, reflexiona esta organización de la sociedad civil.
El Gobierno del Estado ha gastado más de lo programado y autorizado por el Congreso del Estado, en 2013, se programaron 21 mil 179 millones de pesos y se ejercieron 23 mil 895, o sea 2 mil 716 mdp que corresponden al 12.8%; en 2014, se presupuestaron 19 mil 453 mdp y se gastaron 26 mil 130, o sea, 6 mil 676 mdp o un 34.3% más; en 2015, fueron programados 19 mil 975 mdp y se gastaron 27 mil 763 mdp, o sea 7 mil 787 mdp que representan 38.9% más de lo programado; en 2016, se presupuestaron 20 mil 491 mdp y se ejercieron 30 mil 371 mdp, o sea 9 mil 879 mdp de diferencia o un 48.2%.
Estos datos fueron recabados de información oficial y pueden ser consultados por cualquier persona.
Para el Presupuesto de Egresos del año 2018, la Secretaría de Hacienda estima que tendrá un ingreso de 22 mil 792 mdp, cifra que es menor a lo ejercido en el año 2013.
Se tiene uno que esperar a analizar las cifras correspondientes al ejercicio fiscal 2017, pero por lo que se prevé el Gobierno del Estado ejercerá más de 32 mil mdp y esto representará más de 11 mil mdp de lo presupuestado.
Aquí la cuestión es que la sociedad en general se siente insatisfecha con la administración de Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, en rubros como educación, salud y seguridad. La expectativa de una mejor vida no es más halagüeña que la que teníamos los morelenses hace seis años cuando iniciaron las campañas electorales y se nos prometió un Gobierno de Nueva Visión. A la mala administración de los recursos estatales, habrá que sumarle el escenario que representa la reconstrucción de la entidad y los alcances que tienen los efectos del sismo del pasado 19 de septiembre en la vida económica, social y política de la entidad. Como dicen cuando no nos llueve, nos llovizna.
Una de las promesas de campaña que hizo ganar en su momento a Graco Luis Ramírez, fue que en 18 meses iba a terminar con la delincuencia y que a los dos años de haber entrado al gobierno iba a someterse a la sociedad, para saber si continuaba o no al frente de la administración. Estos dos postulados nunca se cumplieron.
Después de su primer año de administración, el mandatario morelense empezó a organizar menos eventos públicos y más eventos controlados desde la entrada para evitar a los inconformes. Dejó de dialogar con los grupos de la sociedad civil organizada que le brindaron el apoyo en las urnas. Al tener todo el poder en sus manos, sacó a relucir su verdadero yo.
La respuesta a la percepción ciudadana respecto a seguridad, se encuentra expresada en la Encuesta de Victimización y Cultura de la Legalidad en Morelos 2017, que realizaron el Observatorio Nacional Ciudadano y el Observatorio Ciudadano de Justicia y Legalidad, que en la presente semana fue dada a conocer.
La encuesta sobre victimización tenía como propósito conocer cuáles son las conductas delictivas más frecuentes que la ciudadanía ha padecido durante el año 2016, dentro de la entidad morelense y en específico dentro de los municipios de mayor población local y de tránsito, como lo son Cuautla y Cuernavaca, ambos municipios cuentan con una gran presencia policíaca y autoridades de seguridad pública.
Estas organizaciones sociales concluyeron:
En el municipio de Cuautla, el 41.1% de encuestados se sienten poco seguros en su ciudad y sólo el 4.7% se percibe como muy seguro; en lugares públicos como parques y plazas el 37.2% se dice inseguro y el 31.6% inseguro en el transprote público.
En el municipio de Cuernavaca, el 47.5% se percibe inseguro en su ciudad, mientras que el 39% poco seguro en su colonia; los espacios públicos reflejan el mayor porcentaje de inseguridad al percibir los cuernavacenses que el 51.5% se siente inseguro en parques y plazas; el 59.8% en el transporte público; y, el 56%, en el Centro de la ciudad.
Por otra parte, en la mayoría de los casos, el primer contacto de las víctimas del delito fue con la policía municipal en un 39.7% en Cuautla y el 47.6% en Cuernavaca. En la capital del estado, el 28.6% de los encuestados su primer contacto fue con el Ministerio Público y el 36.5% con Cuautla. Los encuestados que acudieron ante el Ministerio Público, refieren que el 59.6% en Cuautla y el 66.7% en Cuernavaca si les tomaron su declaración. Sólo en un 31.9% de los casos se inició una carpeta de investigación en Cuautla y el 22.2% se inició en Cuernavaca. El 72.6% de los encuestados en Cuautla no realizaron ninguna denuncia ante la autoridad competente, mientras que en Cuernavaca, fue el 71.6%.
Todas estas cifras deben de mover a la reflexión ciudadana, de que la administración de Graco Ramírez le apostó al gasto en zonas que no eran prioritarias o de plano el dinero no fue bien empleado, pues no cumplió con su objetivo que es dar respuesta a las demandas sociales, lo que ha dado como consecuencia la desconfianza en las instituciones en general.
Para los que a partir del 15 de diciembre próximo inician su precampaña como candidatos a la gubernatura del estado, deben de tomar en cuenta todas estas cifras, por un lado la forma cómo se han administrado los recursos del erario público en base a la opacidad y manejo discrecional –sólo en el año 2016, llegó al 48.2%– y por el otro, la falta de respuesta a las demandas ciudadanas en especial en materia de seguridad y procuración de justicia.
El hecho de haber cambiado el nombre de Procuraduría General de Justicia del Estado a Fiscalía General del Estado sólo fue poner maquillaje a la institución, no ha habido cambios de fondos. Esto se percibe con las cifras proporcionadas por el Observatorio Nacional Ciudadano y el Observatorio Ciudadano de Justicia y Legalidad. Esto representa un reto para la próxima administración estatal, sea del color que sea.
Hasta aquí llegó la tinta por hoy