PERIODISTA ANDRES LAGUNAS>>
Arrancó el 2019 y es conveniente hacer énfasis en la necesidad de que todos los personajes responsables de labores de gobierno en el ámbito federal, estatal y municipal, aprovechen los únicos doce meses disponibles para trabajar, construir y dar resultados. Pasado este periodo, inevitablemente vendrá el periodo preelectoral y muy rápido, las precampañas.
Solo 12 meses de “paz” política, muy poco tiempo, pero cuando se acabe el 2019 automáticamente vendrá la guerra electoral, en el espacio federal por la renovación de la Cámara de Diputados, en el ámbito estatal la misma situación en el Congreso y las presidencias municipales.
Andrés Manuel López Obrador ha tenido un inicio de sexenio muy complicado, principalmente por la ola de ataques hacia su persona y su administración, obuses lanzados principalmente desde espacios tolerantes y hasta cómplices del viejo sistema. Natural la embestida, pero la serenidad para poder aprovechar este periodo de 12 meses debe aportarla el propio presidente y su partido, no hay de otra. El PAN, el PRI y todos los integrantes de la oposición están en su papel, y si no han sido más estridentes es precisamente por una estrategia de cálculo, de tiempos. Para mí una forma de pacificar el país, políticamente hablando, sería el reconocimiento del triunfo panista en Puebla, con la construcción de un gobierno más ciudadano y plural, pero respetando la coalición encabezada por el blanquiazul. Mandar a Morena a pelear electoralmente un estado puede representar una derrota nacional.
En el caso de Morelos, hizo bien este lunes el gobernador Cuauhtemoc Blanco en rechazar entrar a una reyerta callejera, a una guerra mediática con el ya desgastado y desprestigiado Congreso del estado. “Si no quieren aprobar el presupuesto, que no lo aprueben, yo no me voy a trenzar”, dijo el titular del Ejecutivo, en una pública negativa a seguir en el callejón de los trancazos. Ya perdió la batalla para remover a los fiscales presuntamente graquistas, también fue llevado al fracaso en la disputa por la alcaldía de Cuernavaca, no tiene caso acumular más pleitos y más derrotas. Blanco está obligado a serenar ese “dragón” que dice llevar dentro. Le toca aportar para darle estabilidad política y social a su administración, por lo menos este año.
También los presidentes municipales deben buscar a como de lugar erradicar los estallidos sociales, los focos rojos. Despidos de trabajadores, laudos de años pasados, deudas con proveedores, deuda bancaria, inseguridad y otros temas son suficientes para estar entretenidos.
El año 2019 arrancó, sus meses correrán muy rápido y más temprano que tarde llegará nuevamente la disputa en la arena política y electoral… Por cierto, ya empezaron a surgir algunos intentos de nuevos partidos… yo estoy convencido de que la figura de los candidatos ciudadanos, sin partido, debe ir a la alza. Luego les digo por qué. Mientras tanto feliz y exitoso 2019!