PERIODISTA IGNACIO CORTES MORALES>>
Por la libre 1967 del 8 de marzo del 2019 Por Ignacio Cortès Morales>>
- 1.- En el siglo XXI se insiste en criminalizar>>
- 2.- CEDH>>
- 3.- SNTE>>
- 4.- UAEM>>
1.- En nuestro diverso México, en este siglo XXI, a estas alturas, todavía pululan voces que criminalizan las decisiones que deben ser intrínsecas de las mujeres, como dejarles en libertad para determinar lo que desee hacer con su cuerpo, y, lejos de ello, se les lanzan las leyes que aplaudiría el oscurantismo más atroz que se ha vivido en la historia mundial, como el miércoles en Nuevo León y como este jueves en el senado, donde no todos tienen la evolución que sería exigible para ser los representantes de un pueblo que en lo profundo de sí reclama avances sustanciales; por ellos votó en julio; quizá hasta sin saberlo, pero sí se intuyó.
El caso del derecho a decidir, es uno de los derechos más elementales que se le siguen escatimando a las mujeres, en un sistema que se niega a atender y entender el devenir de los tiempos, donde las necesidades, reclamos y determinaciones personales y sociales son otras, y aunque cada vez menos, todavía existen escapularios legislativos, tanto o más como la hipocresía de una sociedad que sigue anclada al pasado, a costumbres de obediencia ciega a tradiciones y no al avance científico y social que reclama emancipación responsable y en la honestidad, de lo contrario no sería emancipación sino el infierno.
La alharaca de Lili Téllez, ella hecha a la medida de la TV comercial, en la obediencia ciega, en el tradicionalismo más obsoleto derivó en su falta de respeto a la insignia Verde. No es un trapo, como ella lo calificó; es símbolo de libertad, de decisiones personales, de responsabilidad, y por cuya lucha se ha salvado a infinidad de mujeres de la muerte, y que ha impedido que mercenarios de la medicina construyan sus mansiones en ese doble lenguaje de defensa a la vida, pero en lo oscurito, practican abortos ilegales a elevados costos y sin condiciones elementales de higiene ni servicios para evitar una de tantas muertes de tantos días aciagos que enlutan; hechos que no debieron ser, pero las Lilis Téllez no entienden ni entenderán; su mundo lejos del mundo
Lo de Nuevo León, además de ser medida retrógrada de criminalizar a las mujeres por una decisión personal, presenta una burla. Estando tan cerca el ocho de marzo; fue a propósito, para restregar en la cara a las tantas mujeres que exigen el derecho a decidir.
Criminaliza su accionar sobre el aborto, pero esto no ha finalizado; es más, se está en los albores y se espera que los legisladores entren en razón, despierten a estos tiempos, de lo contrario, que cada muerte, por aborto mal practicado, recaiga sobre su conciencia.
- a.- Las mujeres deben tener la libertad de decidir sobre su vida presente y futuro.
- b.- Criminalizar su accionar es lo más vil. ¿Por qué otros deben decidir por ellas?.
- c.- El que haya ley que permita abortar, no obliga a nadie a hacerlo; es decisión propia
- d.- No hay nadie que aborte por deporte; que se embarace para ver qué se siente abortar.
- e.- En el antes DF es legal el aborto; sólo una mujer murió y por causas ajenas al aborto.
- f.- Siendo legal no hay filas, sólo quienes lo deciden con total responsabilidad, acuden.
- g.- Quítense las vendas del siglo pasado, den la libertad, despenalicen. Salven a tantas.
- h.- La lucha verde de las mujeres se ha hecho con altura de miras, con dignidad suprema
- i.- Razones para despenalizar el aborto son infinitas; la vida, hablando en femenino, una
- j.- La lucha de las mujeres no sólo es de ellas, es del mundo; justamente de todos.
2.- Ya se registró Clara Elizabeth Soto Castor para buscar la titularidad de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos; hoy las condiciones son otras; parece una lucha más equitativa, más leal, más transparente, pese a que Tania Valentina parece que ya decidió
3.- En la Sección XIX, a la obra de teatro, bien hubieran hecho con una reunión para reflexionar sobre el significado del Día de la Mujer y los tiempos actuales.
4.- En la Universidad las indefiniciones y las tibiezas tan propias del rector, llegaron a la base trabajadora y al estudiantado.