En todos los lugares trabajamos… pero le llamamos diferente

Nubes de Morelos, Por Gabriel Vazquez

Hace días estaba hablando con unos amigos chilenos y me dijeron que pasó “el día de la pega” tranquilo. Como hago siempre, guardo un silencio oportuno y trato de contextualizar para entender, como no pude deducirlo, corrí a buscarlo en internet. Pues resulta que el día de la pega en Chile en realidad es el Día del Trabajo, entonces la pega no es otra cosa que trabajo.

Me puse a pensar en los otros lugares donde tengo amigos y resulta divertido mientras me acuerdo. En México de manera coloquial decimos “vamos a la chamba” o “vamos al jale”, pero en otros países, las expresiones son las mismas o cambian radicalmente. Por ejemplo en Perú, México y Venezuela decimos que vamos a “chambear”, pero en Argentina dicen “vamos a laburo” y en Colombia cuando consiguen “camello” en realidad dicen que consiguieron trabajo.

El trabajo para mantener nuestras familias, es causa que nos ha llevado a viajar y dejar el lugar donde nacimos para emigrar a otras ciudades o países. Cuando nos encontramos en algún lugar diferente puede que nos sea extraño. Pero hay dos cosas que no dejamos nunca: la familia y lo que se llama cultura. La cultura define lo que pensamos y creemos, lo que nos identifica, lo que podemos aceptar, y se desarrolla en cada uno de nosotros al crecer. Por ejemplo, ¿Quién cambia unos tacos al pastor? (los de Morelos son los mejores) ¿Quién cambia un tlacoyo de haba? ¿A quién no se le antoja un agua de tamarindo? ¿Quién acepta dejar de celebrar a las mamás el 10 de mayo?, etc.

Por cierto, mis amigos de otros países nos dicen que nosotros cuando viajamos sufrimos porque la comida mexicana es muy sabrosa. Pues como la “pega”, guardo mi silencio prudente y me acuerdo de todos los sabores que tenemos y llevamos muy guardados en la memoria. La comida es todo un reto, en Brasil por ejemplo, el aguacate es una fruta y una vez me lo ofrecieron de postre con chocolate, por supuesto que les dije que no. ¡No pude con ese sabor!

Otra parte son los amigos de la infancia, que siempre son inolvidables a lo largo de la vida. Quizá sea por lo que decía Abraham Lincoln: todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son.  Los primeros años que siguen a esa igualdad hace que lo único que importa con los amigos de infancia sea estar juntos, crecer, conocer el mundo y divertirse. Por eso le envío un saludo a mi amigo de infancia Ramón Morales que me lo pidió y se lo prometí.
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