Trastornado

TERTULIA POLÍTICA, Por Pedro Martínez Serrano

 

El señor Graco Ramírez se ha convertido en el hazmerreir de propios y extraños, se burlan de él y lo repudian los morelenses; se pitorrean de él y no lo soportan, los integrantes del gabinete federal; entre los gobernadores del país, lo conocen como El Pinocho de la seguridad y, en las oficinas de publicidad de medios de comunicación venidos a menos como Reforma, Milenio y media docena de pasquines con periodismo panfletario, lo ven como el sujeto estúpido que paga el elogio y el aplauso en lo que se le cobre. Se burlan de él, se pitorrean de su familia, en la que destaca su bandido hijastro, Rodrigo Gayosso Cepeda; su gabinetito también causa risa. Quien más risas burlonas arrebata a su paso, es el comisionado estatal de seguridad pública, el tal Jesús Alberto Capella Ibarra quien fanfarronea, ningunea y difama. Como su jefe, todos tienen la culpa de lo que ocurre menos él o el gobierno del nefasto tabasqueño.

Graco Ramírez Garrido Abreu, gobernador del estado de Morelos es un ejemplo de aquel grupo humano de seres nocivos que la psicología forense define como psicópatas, o sea seres que padecen de un trastorno mental (*) y no se le puede definir de otra forma, cuando en las calles de la entidad, en los 33 municipios, se multiplican las ejecuciones y los feminicidios y él, de manera irresponsable, tanto como ofensiva para el colectivo morelense, echa mano del recurso de los pendejos: responsabilizar a otros de lo que es su obligación resolver.

Graco acusa que lo que ocurre en nuestro estado, es por la guerra entre grupos criminales que se sienten acorralados por el estado, por la acción del Mando Único, cuando todos, absolutamente todos los morelenses y más allá, sabemos que ese grupo policiaco está infiltrado por el crimen organizado. Ya pasaron más de 3 años, de que asumió el poder, aquel 1 de octubre de 2012 y, hace mucho, los 18 meses en que se comprometió a que Morelos recuperaría la seguridad. Hoy se vive en el peor ambiente de inseguridad y zozobra de que se tenga registro en la historia de Morelos.

Con todo lo que sucede, cuando aparecen personas desmembradas en ríos y barrancas, calles y avenidas y, no sólo eso, que las tiran a plena luz del día en colonias populares, Graco y los imbéciles que lo acompañan en el gobierno, siguen negando los hechos de sangre que ahogan al estado.

En lo que va del año, en lo que va del 2016, han sido más de 100 personas las que han sido asesinadas y, el recurso oficial, la justificación de Graco, Capella y, obvio, del desflemado secretario de gobierno, el pusilánime Matías Quiroz Medina, es que el combate a la seguridad, más que una política pública, debe ser una acción coordinada entre el gobierno y la sociedad; olvidan que la sociedad, los morelenses estamos poniendo las víctimas, los muertos y el gobierno no pone nada, más que las agraviantes justificaciones.

El imbécil (diccionario de la Real Academia Española: Tonto o falto de inteligencia) comisionado estatal de seguridad pública, Alberto Capella Ibarra, al más puro estilo de los panistas norteños, recurre a criminalizar a las víctimas, para evadir su responsabilidad; su complicidad con los cientos de asesinatos que se han registrado: se trata de personas que se relacionaban con el crimen organizado.

Frente a lo anterior, hay un grupo de familiares de víctimas, que caso por caso, muerto por muerto, van a demandar al funcionarete de marras, para que pruebe que sus familiares asesinados, estaban involucrados con criminales.

No sólo eso, en el colmo de la irresponsabilidad, Alberto Capella, para quedar bien con su jefe del cartel de la Nueva Visión, acusó hace unos días que decenas de taxistas fungen como halcones de grupos criminales y dio un número cercano a los 100, lo cual, de ser cierto, estaría actuando en complicidad con ellos, porque sabe que trabajan en la ilegalidad y no los sanciona, no los detiene.

En el colmo de la evasión de la realidad de Graco Ramírez, anda por el país y más allá de nuestras fronteras, ladrando (sin ofender a los perros), que en Morelos se vive en un clima de seguridad y dice que los delitos bajarán en la entidad, en cuanto el Mando Único se afiance. No tiene vergüenza, no entiende que es un proyecto que nació muerto y que no ha servido más que para embolsarse millones de pesos, del desvío millonario en que incurren.

A continuación un excelente trabajo, que exhibe una vez más a Graco Ramírez como loco a quien, más allá de Reforma y Milenio, ya nadie le cree:

 

Las cifras alegres de Graco en seguridad

 

Pese al Mando Único, Morelos está rebasado por el narco

El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, dice que los delitos en su entidad bajarán una vez que el Mando Único se afiance; aunque la realidad se empeñe en llevarle la contraria al mantener al estado en las primeras posiciones en delitos como secuestro

 

Elizabeth Ríos Chavarría

 

Página 24 / Jalisco

facebook

Bookmark the permalink.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.